El título o el diploma profesional universitario, el ansiado ‘cartón’ que muchos buscamos como promesa de una vida de trabajo asegurado y de sustento perpetuo, es hoy para muchos inmigrantes (y para los que no lo son también) sujeto de debate, desilusión y cuestionamiento.
Acaso es éste el mejor camino a seguir para tener una vida rica en Canadá?
Para responder esta pregunta, talves deberíamos mirar un poco más atrás, rebuscar en nuestra memoria y ver en primer plano como era la situación en nuestros países cuando tomamos la decisión de inmigrar. El diploma profesional universitario era garantía de una excelente ’calidad de vida’ o al menos muy buena? O talvés lo eran los compadrazgos y las militancias políticas?
Sin importar la respuesta, la verdad es que no lo era, no lo es y no lo será más ni en nuestros países, ni en el mundo en general. La era económica ha cambiado y su velocidad de desplazamiento a aumentado exponencialmente gracias a los avances tecnológicos y a la creación de nuevas necesidades por parte de los clientes. La era en donde el ciclo COLEGIO EXITOSO ► UNIVERSIDAD EXITOSA ► TRABAJO SEGURO era casi una ley física como la de gravedad, se acabó.
Pero nosotros la generación X, los hijos de los baby boomers, cómo podíamos adivinar que esto pasaría cuando teníamos la cabeza puesta en tomar la decisión de ‘qué carrera estudiar’?. Cómo podíamos saber que el mundo económico eliminaría para siempre el concepto de estabilidad laboral para los trabajadores dependientes? Cómo podíamos saber que el mercado trocaría su necesidad de diplomados profesionales por técnicos y tecnólogos altamente especializados?
Hoy reconocemos el peligro y muchos corren a elevar el ‘status’ de su diploma, bien con una maestría o bien con un doctorado, pero ello no sólo no alcanza para garantizar la estabilidad laboral, sino que incluso a uno lo sobrecalifica en un mercado que quiere cada vez pagar menos. No menosprecio el esfuerzo de aquellos que lo hacen, pero un enfoque equivocado a convertido estos programas en sólo una línea de texto obligatoria más para el CV, en lugar de ser programas que aporten investigadores, luminarias de nuevos conocimientos científicos y técnicos.
Y Canadá no es la excepción. Muchos de los nuevo-arrivantes siguen este camino con la esperanza de encontrar mejor respuesta aquí. Incluso, muchos piensan (y aconsejan) que es mejor hacer una maestría aquí para tener un CV más interesante por si decides regresar a tu país : ‘así tendrías una maestría internacional y todo el mundo sabe que las mejores escuelas de negocios se encuentran en Norteamérica’. Pues esta resulta ser una estrategia eficaz si has venido a Canadá ‘para tentar suerte a ver como te va’ (es decir, subconcientemente das por hecho que no te irá bien y que al menos debes sacar algo de provecho antes de regresar) o si tienes en mente realmente vivir en tu país y sólo venir de paso a estudiar (ya que como ‘residente’ los costos de estudios son mucho menores que para los ‘turistas’).
Pero, para los que hemos venido a vivir aquí y para todos aquellos que hoy se cuestionan la profesión elegida, cual es la verdadera solución? La respuesta es : descubre en el fondo de tí qué es lo quieres hacer, qué es lo que quieres realmente obtener cuando el sólo sustento mensual no es suficiente y qué quieres dejar como legado.
Si descubres que lo que quieres es libertad de elegir por qué, donde, qué, cuando y cómo hacer tu trabajo, pues sólo te quedan 2 caminos : ser empresario o ser inversionista. Ambos implican un proceso de transformación de ti mismo y de aprendizaje de temas específicos (o especialización), una reorientación vocacional y una perseverancia a prueba de balas.
Pero si lo que quieres es continuar con tu línea de carrera, trabajando para alguien más hasta la jubilación, porque amas tu profesión, entonces las puertas de las universidades canadienses y los programas de préstamos y becas están abiertos para tí y para el repotenciamiento de tu diploma.
Suerte en lo que elijas.
Acaso es éste el mejor camino a seguir para tener una vida rica en Canadá?
Para responder esta pregunta, talves deberíamos mirar un poco más atrás, rebuscar en nuestra memoria y ver en primer plano como era la situación en nuestros países cuando tomamos la decisión de inmigrar. El diploma profesional universitario era garantía de una excelente ’calidad de vida’ o al menos muy buena? O talvés lo eran los compadrazgos y las militancias políticas?
Sin importar la respuesta, la verdad es que no lo era, no lo es y no lo será más ni en nuestros países, ni en el mundo en general. La era económica ha cambiado y su velocidad de desplazamiento a aumentado exponencialmente gracias a los avances tecnológicos y a la creación de nuevas necesidades por parte de los clientes. La era en donde el ciclo COLEGIO EXITOSO ► UNIVERSIDAD EXITOSA ► TRABAJO SEGURO era casi una ley física como la de gravedad, se acabó.
Pero nosotros la generación X, los hijos de los baby boomers, cómo podíamos adivinar que esto pasaría cuando teníamos la cabeza puesta en tomar la decisión de ‘qué carrera estudiar’?. Cómo podíamos saber que el mundo económico eliminaría para siempre el concepto de estabilidad laboral para los trabajadores dependientes? Cómo podíamos saber que el mercado trocaría su necesidad de diplomados profesionales por técnicos y tecnólogos altamente especializados?
Hoy reconocemos el peligro y muchos corren a elevar el ‘status’ de su diploma, bien con una maestría o bien con un doctorado, pero ello no sólo no alcanza para garantizar la estabilidad laboral, sino que incluso a uno lo sobrecalifica en un mercado que quiere cada vez pagar menos. No menosprecio el esfuerzo de aquellos que lo hacen, pero un enfoque equivocado a convertido estos programas en sólo una línea de texto obligatoria más para el CV, en lugar de ser programas que aporten investigadores, luminarias de nuevos conocimientos científicos y técnicos.
Y Canadá no es la excepción. Muchos de los nuevo-arrivantes siguen este camino con la esperanza de encontrar mejor respuesta aquí. Incluso, muchos piensan (y aconsejan) que es mejor hacer una maestría aquí para tener un CV más interesante por si decides regresar a tu país : ‘así tendrías una maestría internacional y todo el mundo sabe que las mejores escuelas de negocios se encuentran en Norteamérica’. Pues esta resulta ser una estrategia eficaz si has venido a Canadá ‘para tentar suerte a ver como te va’ (es decir, subconcientemente das por hecho que no te irá bien y que al menos debes sacar algo de provecho antes de regresar) o si tienes en mente realmente vivir en tu país y sólo venir de paso a estudiar (ya que como ‘residente’ los costos de estudios son mucho menores que para los ‘turistas’).
Pero, para los que hemos venido a vivir aquí y para todos aquellos que hoy se cuestionan la profesión elegida, cual es la verdadera solución? La respuesta es : descubre en el fondo de tí qué es lo quieres hacer, qué es lo que quieres realmente obtener cuando el sólo sustento mensual no es suficiente y qué quieres dejar como legado.
Si descubres que lo que quieres es libertad de elegir por qué, donde, qué, cuando y cómo hacer tu trabajo, pues sólo te quedan 2 caminos : ser empresario o ser inversionista. Ambos implican un proceso de transformación de ti mismo y de aprendizaje de temas específicos (o especialización), una reorientación vocacional y una perseverancia a prueba de balas.
Pero si lo que quieres es continuar con tu línea de carrera, trabajando para alguien más hasta la jubilación, porque amas tu profesión, entonces las puertas de las universidades canadienses y los programas de préstamos y becas están abiertos para tí y para el repotenciamiento de tu diploma.
Suerte en lo que elijas.
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SOBRE EL AUTOR
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Walter Hernandez, publica su ezine con tips e informacion sobre inmigracion a Canada, integracion a la sociedad canadiense y el logro de una nueva vida exitosa. Si este es tu plan y deseas informacion real sobre Canada, subscribete gratis oprimiendo aqui.
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