Quebec es quizás la provincia más permisiva de Canadá...y más aún su corazón social, Montreal. Sólo aquí he podido observar, no sin sorpresa, como algunas minorías deciden sobre la forma quebecoise, imponiendo su estilo de vida disfrazada de “tradición” o “religión”. Muchos son los casos denunciados sobre los excesos del “accommodement raisonnable” y son ellos precisamente los que han llevado a la formación de la Comisión Taylor-Bouchard, quien ha considerado en su seno que el principal problema es la falta de identidad de la población quebecoise. Ha pasado casi medio siglo desde la Revolución Tranquila y aún están en la búsqueda de su propia identidad?
Por otro lado, la voz del jefe del Partido ADQ, Sr. Mario Dumont, sobre la inmigración en Quebec también ha traido cola. En su opinión Quebec está al límite de su capacidad para integrar a los nuevos arrivantes y no debería incrementar su cuota anual de 45 mil a 60 mil como pretende el Partido Liberal, especialmente después de haber reducido el presupuesto destinado a los programas de francisación.
Sin embargo ambas aproximaciones comparten el mismo error: sostienen su peso en el tema idiomático. Tal pareciera que la identidad quebecoise es sólo el francés y que el problema de la integración de los inmigrantes se vería solucionado con clases accesibles e intensivas para todos. Acaso eso no es simplista? La identidad y la integración son conceptos que pueden tener ciertos parecidos, pero no son iguales. La identidad es una personalidad colectiva heredada y tallada por su historia, usos y costumbres, religión, idioma y artes. La integración es la adopción y aceptación de algunos de los rasgos de la identidad, complementada con facilitadores de desarrollo personal como el trabajo, la educación o los servicios sociales (como la salud).
Entonces, desde el punto de vista de los principales interesados...NOSOTROS...la integración no depende de la identidad de otros. Creo no equivocarme al afirmar que a los inmigrantes no nos importa si los quebecoise tienen o no una identidad. Total, cada uno de nosotros, cada una de las nacionalidades y razas que aquí conviven tiene inherente ya su propia identidad. Nadie ha venido a imitar a nadie, ni a sertirse menos o más que nadie. Los inmigrantes que pisan tierra canadiense llegaron buscando algo mejor, sin importar el ángulo de donde lo miren. Además, la integración se da por niveles. El grado de integración de los nuevos arrivantes no será la misma que la de la segunda o tercera generación.
El problema actual de fondo es la integración de los nuevos arrivantes y ésta se solucionará adaptando algunos de los programas ya existentes a las necesidades actuales e incrementando algunos otros. Y no me refiero a la ayuda social, a los centros comunitarios que dan alimentos o cursos gratis, ni a las iglesias que venden productos de segunda mano que nadie quiere. Todo eso está bien como aspirina, como paliativo, pero “no sólo de pan vive el hombre”. Me refiero a lo que hace sentirse al inmigrante como un adulto responsable, lo que lo valoriza. Me refiero a programas que flexibilicen el reconocimiento de la educación superior recibida en nuestros paises de origen, así como el acceso a los colegios profesionales. Me refiero a crear un ambiente laboral en donde el empleador sea motivado a utilizar dichos recursos y no a discriminarlos. Me refiero a los medios de integrarlo al mercado laboral en su JUSTO VALOR, en función a su preparación y experiencia.
El “acomodamiento razonable” se soluciona uniformizando criterios, no adaptándolo a un “nicho de mercado”. Sin privilegios para nadie por cuestión de idioma, raza, tradición, religión o sexo. Lo mínimo que se puede esperar de los inmigrantes es que a su llegada respeten los usos y costumbres del país que los acoge, lo que no significa perder nuestra identidad.
Roguemos que a las autoridades locales se les ilumine y se den cuenta que el francés no es el remedio a nada. Es y será siempre sólo una lengua, como lo es nuestro matizado castellano... finalizo con esta anécdota: un antiguo profesor de francés me dijo que cada idioma tiene su uso : “el inglés es para los negocios, el alemán es para hablarle a los animales, el francés es para hablarle de amor a la mujer y el castellano es para hablar con DIOS”. Ustedes que creen?
Por otro lado, la voz del jefe del Partido ADQ, Sr. Mario Dumont, sobre la inmigración en Quebec también ha traido cola. En su opinión Quebec está al límite de su capacidad para integrar a los nuevos arrivantes y no debería incrementar su cuota anual de 45 mil a 60 mil como pretende el Partido Liberal, especialmente después de haber reducido el presupuesto destinado a los programas de francisación.
Sin embargo ambas aproximaciones comparten el mismo error: sostienen su peso en el tema idiomático. Tal pareciera que la identidad quebecoise es sólo el francés y que el problema de la integración de los inmigrantes se vería solucionado con clases accesibles e intensivas para todos. Acaso eso no es simplista? La identidad y la integración son conceptos que pueden tener ciertos parecidos, pero no son iguales. La identidad es una personalidad colectiva heredada y tallada por su historia, usos y costumbres, religión, idioma y artes. La integración es la adopción y aceptación de algunos de los rasgos de la identidad, complementada con facilitadores de desarrollo personal como el trabajo, la educación o los servicios sociales (como la salud).
Entonces, desde el punto de vista de los principales interesados...NOSOTROS...la integración no depende de la identidad de otros. Creo no equivocarme al afirmar que a los inmigrantes no nos importa si los quebecoise tienen o no una identidad. Total, cada uno de nosotros, cada una de las nacionalidades y razas que aquí conviven tiene inherente ya su propia identidad. Nadie ha venido a imitar a nadie, ni a sertirse menos o más que nadie. Los inmigrantes que pisan tierra canadiense llegaron buscando algo mejor, sin importar el ángulo de donde lo miren. Además, la integración se da por niveles. El grado de integración de los nuevos arrivantes no será la misma que la de la segunda o tercera generación.
El problema actual de fondo es la integración de los nuevos arrivantes y ésta se solucionará adaptando algunos de los programas ya existentes a las necesidades actuales e incrementando algunos otros. Y no me refiero a la ayuda social, a los centros comunitarios que dan alimentos o cursos gratis, ni a las iglesias que venden productos de segunda mano que nadie quiere. Todo eso está bien como aspirina, como paliativo, pero “no sólo de pan vive el hombre”. Me refiero a lo que hace sentirse al inmigrante como un adulto responsable, lo que lo valoriza. Me refiero a programas que flexibilicen el reconocimiento de la educación superior recibida en nuestros paises de origen, así como el acceso a los colegios profesionales. Me refiero a crear un ambiente laboral en donde el empleador sea motivado a utilizar dichos recursos y no a discriminarlos. Me refiero a los medios de integrarlo al mercado laboral en su JUSTO VALOR, en función a su preparación y experiencia.
El “acomodamiento razonable” se soluciona uniformizando criterios, no adaptándolo a un “nicho de mercado”. Sin privilegios para nadie por cuestión de idioma, raza, tradición, religión o sexo. Lo mínimo que se puede esperar de los inmigrantes es que a su llegada respeten los usos y costumbres del país que los acoge, lo que no significa perder nuestra identidad.
Roguemos que a las autoridades locales se les ilumine y se den cuenta que el francés no es el remedio a nada. Es y será siempre sólo una lengua, como lo es nuestro matizado castellano... finalizo con esta anécdota: un antiguo profesor de francés me dijo que cada idioma tiene su uso : “el inglés es para los negocios, el alemán es para hablarle a los animales, el francés es para hablarle de amor a la mujer y el castellano es para hablar con DIOS”. Ustedes que creen?
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SOBRE EL AUTOR Walter Hernandez, publica su ezine con tips e informacion sobre inmigracion a Canada, integracion a la sociedad canadiense y el logro de una nueva vida exitosa. Si este es tu plan y deseas informacion real sobre Canada, subscribete gratis oprimiendo aqui.
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